Lo más importante antes de tratar una “mancha” es, precisamente, no llamarla “mancha”, es decir, tener un diagnóstico de la lesión que vamos a tratar. El especialista en diagnosticar las lesiones cutáneas es el DERMATÓLOGO. Los distintos tipos de manchas que podemos tratar son:
Lentigos solares
Las lesiones pigmentadas que solemos tratar con láser son los lentigos solares, que son lesiones planas bien delimitadas, generalmente circulares, con tonalidades marrones homogéneas, planas, que aparecen en zonas donde se ha recibido radiación solar a lo largo de los años: cara y dorso de manos, generalmente. El láser Q-switched de picosegundos (el láser más avanzado para el tratamiento de lesiones pigmentadas) permite aclararlas y en muchos casos eliminarlas por completo. Es un procedimiento rápido y bien tolerado. Las lesiones tratadas se irán oscureciendo progresivamente hasta desprenderse pasados unos 7 días. Es importante evitar la exposición solar los días posteriores a cada sesión.
Melasma
El tratamiento del melasma es complejo y se suele combinar el tratamiento tópico y oral con algunas fuentes de luz. Hay que ser prudente y emplear láseres “suaves” que no produzcan mucha inflamación, ya que de lo contrario el melasma podría empeorar. Para ayudar a disminuir la pigmentación del melasma empleamos láseres como el Q-switched de picosegundosy el Fraxel (láser fraccionado no ablativo). Para este último aplicamos previamente crema anestésica y, tras finalizar la sesión, se puede aplicar una mascarilla despigmentante para potenciar los resultados. Las zonas tratadas se pondrán más rojas durante 3-4 días. Es muy importante evitar la exposición solar después de cada sesión.
Hiperpigmentación postinflamatoria
Al igual que con el melasma se suelen combinar tratamientos tópicos con fuentes de luz. El láser Q-switched de picosegundos es el más empleado, siendo un procedimiento bien tolerado y con una recuperación rápida tras unos días en los que la zona tratada estará más enrojecida.
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