Este dispositivo permite tratar arrugas finas, cicatrices moderadas, irregularidades en la textura y en la pigmentación de la piel. Es un láser fraccionado no ablativo, es decir, no habrá heridas ni costras tras el tratamiento y la recuperación será más rápida. Se puede combinar con otros láseres (manchas, vascular, Co2…) para potenciar los resultados.
El tratamiento se realiza tras haber aplicado crema anestésica, con ayuda de frío, para mejorar la tolerancia. Según la intensidad que empleemos y según lo que queramos tratar pueden ser necesarias de 3 a 5 sesiones para unos resultados óptimos.
Estudios recientes demuestran que el tratamiento con este tipo de láser disminuye el riesgo de algunos tipos de cáncer de piel.
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